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Redes de distribución
El sistema de abastecimiento de agua potable está formado por una red de distribución, compuesta por 1.796 km de tuberías, que conducen el agua desde los depósitos hasta los hogares de los ciudadanos.
Para su correcta distribución, es imprescindible la sectorización de las redes de agua potable, que se dividen en 212 sectores hidráulicos.
Existe un Centro de Control Operativo desde el que se vigila la red de distribución y suministro del agua, en el que se reciben y ordenan diariamente los datos obtenidos por los equipos de campo, lo que hace posible una gestión más eficaz y en tiempo real que permite poder actuar ante cualquier incidencia. Gracias a esta herramienta, se asegura la optimización en la disponibilidad del agua, la minimización en el nivel de las pérdidas, así como la optimización del uso de recursos a la hora de realizar búsquedas de fugas.
La reducción del agua no registrada durante el año 2022 fue de 1.100.172 m3
La calidad del agua se mide tanto en los depósitos como en la red de distribución y se evalúan de manera continua parámetros como son el pH, cloro y turbidez, garantizando la máxima calidad del agua que se distribuye a la población.
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Minicentrales hidroeléctricas
La red de distribución cuenta con dos minicentrales hidroeléctricas para el aprovechamiento de la energía hidráulica existente en la red de abastecimiento, que se ubican en el Camino de las Conejeras y en Bajo de Cartuja. En estas conducciones existen válvulas reductoras de presión, las cuales disipan parte de la energía existente en la red de abastecimiento. Con esta actuación se aprovecha la energía hidráulica generando energía eléctrica que es utilizada para bombear agua a varios depósitos y la energía restante es inyectada en la red eléctrica general. En el año 2021 estas minihidráulicas han generado un valor medio de 462.917 kwH, contribuyendo a la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.